Salía yo del gimnasio donde practico taekwondo. Todo era normal salvo por una cosa, en vez de salir a la calle habitual salí a un especie de ciudad nevada con muy pocos edificios. Cómo no sabía dónde estaba decidí preguntar a gente del gimnasio.
Tras aguantar miradas de “es obvio” o “¿Qué te has fumado?” descubrí que estaba en Rusia. No sé en qué parte, pero era Rusia. Así pues, o mi gimnasio se había cambiado de sitio durante la clase o bien alguien había cambiado al enorme país eslavo de lugar sin que yo me diese cuenta. Lo peor de todo no era eso, era que no sabía cómo volver a casa.
Tras preguntar a mis compañeros que cómo podría volver me dijeron que no sabían. Que ellos volvían en los coches que hay aparcados debajo del gimnasio. Eso corroboraba mi teoría de que habían cambiado el gimnasio de sitio pues nunca hubo tal aparcamiento. Además es mucho más lógico que muevan un edificio de golpe que un país entero como puede ser Rusia.
Así pues, tenía que encaminarme a casa pero no sabía cómo. Pregunté, pregunté y un buen hombre me dijo que era muy fácil, sólo había que seguir una grieta en el suelo que me llevaba hasta España. Miré al suelo y efectivamente, una falla separaba la tierra en dirección al horizonte, en dirección a mi hogar. Sin más dilación me puse a caminar hacia mi casa.
Mientras seguía la grieta pude observar cómo ésta se hacía cada vez más grande o profunda en ciertas zonas. Eso parecía ser un problema de no ser porque en Rusia, o por lo menos en mi sueño, hay “operarios de grietas”. Éstos son humildes trabajadores que arreglan las grietas para que no haya problemas. Son algo así como la copia de los que arreglan los baches y huecos en las carreteras o autopistas. Realmente son iguales, con chalecos reflectantes, con gorros y botas (o por lo menos así me los imagino)… la única diferencia es que en vez de arreglar carreteras arreglan grietas.
Antes de seguir hacia casa pude observar que estos dignos operarios del Estado ruso no usaban cemento para rellenar o tapar las grietas. Usaban una materia prima mucho más abundante: legos. Sí, las grietas estaban rellenas de bloques y bloques de lego. ¿Lógico verdad?
Bueno, pues eso fue mi sueño de la semana pasada. Supongo que morí abandonado en una cuneta de una carretera rusa porque no me acuerdo de más.
Hoy voy a inaugurar una nueva sección en mi blog: “Sueños raros”. Lo llamaría “Sueños bizarros” pero bizarro significa valiente (lo aprendí el otro día), y mis sueños no son valientes, son raros. Además, esta sección en mi blog viene en base a que… es mi blog y hago lo que me da la gana. Y si cuento algo es porque a mí me importa y creo que a un determinado número de lectores -dos o tres en el caso de los sueños raros- puede resultarles interesante.
Así pues, comenzaré mi lista de sueños raros con el más reciente. Advierto que no tienen lógica, no tienen un principio determinado ni un final especial. Son raros y punto. Y como mucho puede servir para demostrar que eso de que los sueños son premociones… va a ser que no. Son, desde mi punto de vista, relaciones de lo que has vivido mezclado con una historia que te montas tú en la cabeza.
El caso, el primer sueño raro que voy a relatar lo he tenido esta semana. Tiene que ver con dos cosas que me han pasado en la vida real: hablar en clase de Narrativa de la serie Walkind Dead, y mis trámites para irme seis meses de Erasmus. Por eso lo voy a bautizar como “Zombies en Helsinki”, y este es el relato:
Estoy caminando con mi novia por una pradera verde en dirección a una casa de campo que hay cerca. No sé cómo serán las casas de campo en Finlandia, pero en mi imaginación son como las de la campiña francesa. El caso es que cuando llego al borde de los terrenos de la casa empiezan a aparecer zombies. Afortunadamente, no son de los que corren como un humano normal (últimamente en las series, libros y películas los zombies corren que se las pelan, empuñan armas y hasta se sacan doctorados…), así que no hay demasiado problema en esquivarlos.
Con una maniobra hábil de distracción, basada en mover unas sábanas rosas que hay tendidas en una cuerda, logramos evitar a los zombies para poder acercarnos a la puerta y llamar a la casa. Pero no nos abren. Así que golpeamos la puerta y entramos. Lo primero que vemos nada más entrar es un pasillo derruido y oscuro… lo cual es desconcertante porque desde fuera la casa parece bastante lujosa. Cerramos la puerta atrancándola con unos tablones y avanzamos por el pasillo. Como los zombies ya saben dónde estamos golpean las ventanas sin parar. Nosotros avanzamos sin titubear y nos metemos en la primera habitación que vemos.
Resulta que la estancia a la que hemos accedido es un salón lujoso. Pero no está vació, a un lado hay unos estudiantes Erasmus quejándose de que una infección mundial haya empezado justo en la ciudad en la que elegían hacer Erasmus. Por otra parte, a un lado, está mi colega Pedro leyendo un libro. Nos mira, nos saluda, y se alegra de que hayamos llegado. (O sea, que estábamos buscando su casa sin saberlo). Le explicamos cómo hemos entrado, se queja de que hayamos roto su puerta, grita a su madre que lo arregle, y nos lleva una habitación.
Las habitaciones, como no podía ser de otra manera son lujosas y espaciosas. Lo malo es que dado el apocalipsis zombie que se está gestando fuera están llenas de cosas de primera necesidad. Pero no pasa nada. Como favor por su hospitalidad nos pide que vayamos a ayudar a entrar a un colega que viene en coche. Decido ayudarle.
De camino a la parte de la finca por la que entran los coches me cruzo con la madre de Pedro. Lleva una pala llena de sangre y me dice que tenga cuidado al entrar la próxima vez. No le doy más importancia y avanzo hasta la verja para dejar pasar al amigo que viene en coche.
Aunque todavía no ha llegado abro la verja. Empiezan a llegar zombies que estaban escondidos para poder entrar en cuanto alguien se despistase. Cuando empiezo a correr llega el amigo de Pedro en su coche a gran velocidad. Es un tipo en un deportivo que con risas maniacas y descontroladas atropella a todos los zombies de la zona. Con varios giros y derrapes elimina la amenaza y me pide que cierre la verja.
Una semana después del concierto de In Extremo he tenido la suerte de asistir al de Amorphis. Este grupo lleva cuatro discazos desde el 2004 de los cuales no sabría elegir uno de ellos ya que todos son realmente buenos. El caso es que yo, que ya tenía ganas de verlos en directo, pude ir a verles en la presentación en Madrid de su último disco The beginning of times.
La sala afortunada de recibir a estos genios fue la Heineken. Estaba hasta arriba, cosa que me sorprendió gratamente. El grupo de Helsinki cuenta con muchos aficionados, pero en España, pese a sus casi 20 años de carrera, no siempre han tenido mucho tirón. Está claro que sus últimos discos están abriéndoles muchas puertas.
Antes de empezar decir que no llegué a tiempo para ver los teloneros Leprous y Naemah, pero por lo que he visto en Youtube tampoco me interesan en exceso. Quizás si me animase a escuchar un disco o algo cambiase de opinión. El caso es que ahí estaba yo, como quien va al cine a ver una buena película.
Lo primero que me llamó la atención es el micrófono, estaba como en unas barras fundidas entre sí y sobre una plataforma metálica desgastada. La portada del disco, el último clip, varias de sus últimas canciones tratan de una vida en un mundo apocalíptico… así pues la ambientación, aunque precaria, era correcta. Lo segundo que me llamó la atención es que la pedalera del guitarrista ocupaba casi como otra guitarra entera, lo que me resolvió muchas dudas sobre cómo iban a interpretar algunas canciones en directo. Lo tercero, es que el cantante, Tomi Joutsen, es muy bajo. Me imaginaba un finlandés grande y alto (en los clips esas cosas no se notan)… pues no, tenía que subirse a la plataforma de metal a veces. Supongo que no es para tanto, pero es que sus compañeros de grupo le sacaban una cabeza o así.
Empezaron el concierto con Song of the sage, una muy buena elección sacada de su último disco que resume muy bien lo que Amorphis son: un grupo de metal melódico con líneas de guitarra ambientales a lo largo de sus canciones y con adornos de teclados que suavizan su la dureza de algunos temas. No abusan de guturales, ni de rasgados y no caen en la repetición. En definitiva, un grupo que merece la pena escuchar. A veces voy a conciertos sabiendo que lo que lo que voy a ver me gusta pero tampoco es nuevo o diferente. Este no es el caso.
Siguieron con la más bestia My enemy, también de su último disco, y continuaron con The smoke, una de mis favoritas de ellos.
A continuación cayeron Crack in a Stone, Against Widows, Alone, la brutal Vulgar necrolatry y el ultimo single You I Need. A estas Alturas ya podía apreciar que estos tipos suenan en directo tan bien como en estudio. Su último dvd en directo así lo atestigua, pero quién sabe cuánto se retocan estas cosas. El cantante hacía guturales perfectos sin morirse cuando había que hacerlo, los efectos y riffs de las guitarras perfectos… Lo único que podía criticar hasta ese momento es que las canciones elegidas no eran mis favoritas. Una pena, además yo que vivo en una capital, lugar donde más público va ir a verles, lo normal es tocar lo que más gente está esperando. Pero bueno, la verdad es que si el grupo gusta va a dar lo mismo porque se disfruta de todas maneras.
Posteriormente tocaron Into Hidding, Sky is mine, Blackwinter day y Sampo. Con esta última he logrado convencer a un amigo que el metal, los guturales, el virtuosismo y la calidad no están reñidos en este mundillo.
Por otra cabe destacar que en algún momento, no sabría recordar qué canción, antes de empezar a interpretarla, rindieron homenaje a los alemanes Rammstein parafraseando algunos versos y riffs de su famoso y polémico single Pussy. A estas alturas del concierto también cabía destacar que cuando el cantante hacía head banging (lo de mover en círculos el pelo), la gente aplaudía y él lo repetía. Es espectacular ver a un tío con un metro de pelo de rastas hacer ese movimiento. También parecía peligroso para el resto de componentes del grupo.
Para finalizar el concierto eligieron muy acertadamente tres de sus canciones más exitosas: Silver Bride, My Kantele y House of Sleep. Esta última cantada en los estribillos por el público.
En general me gustó mucho. Quizás habría deseado alguna canción más pues 15 canciones (aunque la mayoría pasan de los cuatro o cinco minutos) me resultaron poca cosa. Pero bueno, eso es lo de menos. En resumen: los Amoprhis se marcaron un concierto muy bueno y yo me alegro mucho por haberlos podido a ver de una vez por todas.
Quiero recuperar una vieja tradición que tenía en este blog. Quiero escribir crónicas sobre los conciertos a los que asisto. Aunque sean breves (no los conciertos, las crónicas). Ya que es una afición muy personal que puedo compartir con poca gente pues al menos abro mi corazón al mundo desde aquí.
Lo primero diré que sí, a veces voy solo a los conciertos. No me importa, es como ponerse una buena peli en casa. Además, luego siempre me acabo encontrando con alguien. En esta ocasión no fue una excepción.
La sala Caracol es pequeña. Madrid tiene desde hace años el mismo problema: o salas grandes o salas pequeñas. Nada de medio aforo. Pero bueno, bastaba para el público que había aunque no para un grupo de siete personas. El caso es que me alegro de que tocasen ahí porque un grupo de Folk y de Metal rara vez queda bien ecualizado. En esta ocasión sonó como los ángeles.
In Extremo son un grupo que me gustan mucho desde hace tiempo. Puedo decir que han sido una gran influencia para mí. Su metal fusionado a la manera alemana con música medieval resulta de lo más original. Tanto es así que a raíz de estos berlineses han nacido muchas otras bandas con la misma filosofía.
Presentaban su último disco Sterneneisen, que no es de los mejores pero está bastante bien. Mi temor era que no saliesen disfrazados como suelen hacerlo ya que en el disco salen ellos en portada vestidos de aviadores, pero pequé de desconfiado. La ambientación medieval no falló y se presentaron con sus característicos atuendos.
La primera canción es muy importante en un concierto. En este caso la elegida es la que da nombre al disco:
Fueron cayendo temas del disco como Frei zu seim, Erdbeermund y en cuarto lugar mi favorita de ellos. Una agradable sorpresa encontrarse con una tus canciones favoritas de todos los tiempos tan pronto en un concierto. La interpretación de Liam fue magistral y ahí me di cuenta de la calidad que tienen estos tipos: El gaitero usaba una gaita irlandesa que se infla de forma diferente, yo creí que usaba la gaita normal. Además toca la zanfona, la flauta y… ¡las castañuelas! Un crack.
Destacan, además de las canciones del último disco, algunos de sus temas más míticos como la adaptación de la tradicional Herr Manneling o sus conocidas Vollmond o Ave María.
La verdad es que es una pasada ver al público unido ante un grupo con poco tirón en España, aunque como casi siempre con gran éxito en Europa. Supongo que por motivos lógicos decidieron interpretar las dos canciones que tienen en castellano. Teniendo en cuenta que el tío tiene canciones en gaélico o latín le debe resultar de lo más sencillo. Así pues En esta noche (que en el disco es cantada con José Andrea. Ahora ex cantante de Mägo de Öz) y Viva la vida fueron muy bien recibidas. La verdad es que no sabría decir el nombre del instrumento que usan aquí, no obstante es de lo más curioso y bastante resultón.
La verdad es que en todos los conciertos hay pros y contras. El pro sería que por primera vez he visto un grupo de Folk-metal que suena realmente bien. El contra, paradójicamente, es que la sala era pequeña para ellos. La verdad es que yo disfruté muchísimo, me encanta ver mezclas que a priori pueden ser raras pero que dan un resultado genial. ¿Quién iba a pensar que guitarras metaleras duras + voz rota + arpa + gaita iban a poder crear baladas como Ave María o Liam? Yo desde luego lo tengo claro, si un amigo mío nunca ha estado en un concierto de Folk-metal y quiere saber de qué va, este habría sido el concierto perfecto.
Aquí dejo el link de una fotito que se ha marcado Javier Bragado (uno de los fotógrafos de directos más importantes del país y con bastante proyección internacional).
El próximo día 20 de noviembre se celebrarán las elecciones generalísimas en España. Y, en consecuencia, he tenido a bien resaltar algunos aspectos importantes a la hora de ejercer nuestro derecho al voto. Para una vez que podemos decidir –en teoría- algo sobre nuestro país creo que es menester dedicar al menos unos minutos a tomar una decisión acertada.
Aclaro, antes de nada, que esto no es para decir a quién votar o a quién no. Sólo es para todos aquellos ciudadanos que se consideran personas y por tanto quieran ser consecuentes con sus decisiones. Vamos, que hagan un pequeño ejercicio de reflexión.
Yo no votaría a un partido que me gustase poco, o menos que otro… yo votaría al que más me gustase.
Así pues yo tendría en cuenta, en primer lugar, que la oferta política es mucho mayor de lo que unos pocos se empeñan en hacernos creer. Afortunadamente la gente se va dando cuenta poco a poco de esto. Con tanta oferta política lo lógico sería buscar un partido afín en lo máximo posible a nuestros ideales.
Estos son todos los partidos que se presentan a las elecciones:
Yo no votaría a un partido en el que haya casos de corrupción.
Me gusta pensar que somos Europa, o que podemos estar a la altura. En un país serio, o que quiere serlo, un imputado no está en las listas electorales y un político corrupto está en prisión con todos los bienes embargados. A mí que me roben me molesta, no entiendo por qué hay gente que está conforme con eso de que haya cientos de personas viviendo de robarles.
Es más, a mí, que no me gusta que me mientan (llamadme raro), me mosquearía que algunos presuman de europeísmo y me encuentre con que Europa no aprueba los partidos españoles por su “oscura financiación”.
Pero insisto, cada uno con su moral que haga lo que le plazca. Eso sí, pido coherencia y que si le roban manifiestamente que diga “no me importa, ya lo sabía y estoy conforme”. Y la coherencia también afecta a partidos supuestamente minoritarios pero también con imputados en sus listas.
Yo no votaría a un partido que, presumiendo de tratar a todos los ciudadanos como iguales, se aproveche de que hay sitios de España donde un voto vale siete veces menos que el de otra persona.
Llamadme raro pero yo creo en aquello de “1 persona = 1 voto” y no lo de “1 persona + depende de dónde vivas = 2 – 7 votos”. Creo que es de justicia tratar a todos como semejantes. Sé que es complicado en este país supuestamente europeo pensar que todos merecemos las mismas oportunidades y que no está bien medrar a base de pisar al de al lado. Sé que en una cultura donde el “si a mí me va bien todos los demás me dan igual” el concepto de la ecuanimidad choca, pero es un simple ejercicio de empatía: ¿A que a ti no te gustaría que tu voto no contase?
En definitiva, cualquier partido que atente contra la igualdad, para mí, no es una posibilidad. El arte de la política se ha convertido en un arte hipócrita por naturaleza, no me gusta favorecer ese tipo de planteamientos.
Yo votaría por mejorar la calidad de nuestra democracia.
No creo que ofenda a nadie si digo que España es a ojos de Europa un sitio con problemas democráticos muy profundos. O por lo menos no ofenderé a cualquiera que haya cruzado la frontera y haya vivido una temporadilla fuera, o a cualquiera que se haya parado a estudiar un poco o a leer entre líneas la prensa nacional. Es claramente mejorable el sistema de este país… aunque el sistema es el reflejo del pueblo y eso es un problema mayor.
Aquí un artículo del New York Times cuestionando la calidad de la democracia española:
Yo no votaría a los predicadores de la austeridad que gastan del dinero público 500.000€ en un debate de preguntas pactadas.
A mí la hipocresía me incomoda bastante. Que se hable de una cosa y se haga la contraria me irrita sobre manera… ¿18.000 euros en el catering? Es evidente que ahí no hay austeridad.
Además, un debate ha de ser con preguntas no pactadas, que las formule el público, y alguien corrija a los candidatos. No un montaje de poco interés dialéctico. Personalmente creo que más de un político español no da la talla para los cánones europeos. Tal es la situación que ninguno llega al 5 cuando las encuestas los califican.
Aquí una foto de un debate en Dinamarca. Contad los candidatos, a ver si son más de dos:
¿Quieres perder el dinero comprándote cosas que te hagan ilusión? ¿Quieres tener que ir a pata a todos lados? ¿Quieres frustrarte? ¿Quieres, en definitiva, que te roben la bici?
Ven a vivir a Madrid.
Lo bueno, además, es que no estás sólo. Todos conocemos a varias personas que han pasado por eso. Además ahora hay sitios para aparcar la bici.. ¡Es más fácil aún que te la roben! Durante años mis amigos han padecido esta circunstancia y lo han sufrido en silencio. ¡Ya basta! ¡Ven a Madrid y logra que te roben tu bici en una tarde!
Ya casi no me llaman. Quería esperar para poner tres o cuatro conversaciones con mis amigos de Jazztel pero parece que se han olvidado de mi casa. Al fin.
Así pues, pondré la que hasta hoy ha sido mi última conversación con ellos. De esto hará cosa de dos meses:
- ¿Diga?
- Hola, ¿está el señor de la casa?
- Depende, ¿Sois de Jazztel?
- Sí.
- Pues no puede, por los días duerme.
- ¿Y cuándo podré contactar con él?
- No puede, por el día duerme y por la noche sale de caza.
- Así que no puedo contactar con él, ¿sí? (Esto de preguntar "sí" lo hacen mucho, no pillo muy bien qué significa esta muletilla).
- No, no puede. La guerra con los hombres lobo es cada vez más encarnizada y está muy ocupado.
- Ya, muchas gracias.
- No ha entendido que mi padre es un vampiro, ¿verdad?
Muy sencillo: haz el cabra a mas no poder durante tu "actuación en directo". Esto es la opción que han tomado muchos grupos a lo largo de la historia para dejar clarito que no les mola eso de simular que están tocando.
Pese a que eso no signifique que muchos de estos grupos no han pasado por el aro del playback lo que sí que deja claro es una cosa: tienen cojones. Por una razón o por otra los hay que en determinadas ocasiones quieren mostrar su desacuerdo con el asunto de la música enlatada.
Unos habituales en el mundo de arruinar los playback son Muse. Los británicos, que han hecho gala de su sentido del humor en repetidas ocasiones, salen en el siguiente vídeo con ninguno de los músicos tocando su instrumento e inventándose lo que tocan.
En el siguiente vídeo demuestran que son tan buenos que pueden tocar sin manos:
Atención al solo del minuto 2:20:
Pero no son los únicos. Muchos años antes los Iron Maiden decidieron salir a representar uno de sus clásicos. En esta ocasión los británicos se cambiaron de instrumentos durante la actuación como si nada:
Otros que eran famosos por no saber qué iba a pasar en cada directo decidieron liarla también. En esta ocasión, aprovechando que las voces no eran de playback, los Nirvana decidieron cantar de una manera diferente su canción más conocida. Destacar que Kurt Covain no toca la guitarra casi en ningún momento:
Aquí mi favorito. Una canción mítica como es "Sing" de Travis es interpretada en playback con extra de guerra de tartas:
En el rock español podemos encontrar también ejemplos. Los Enemigos salieron con los instrumentos al revés:
Los Siniestro Total, famosos por no hacer nada serio en su vida, hicieron uno de los playback más descarados de la historia:
En fin, cada grupo con su manera de hacer las cosas. Yo, puestos a opinar en mi blog, si me dan elegir prefiero que un grupo toque en directo. Ya sea para bien o para mal, que todos podemos tener un mal día. Pero es innegable que el directo es donde se ve lo auténtico de la música.
En vista de que las entradas de cine son cada vez más caras y cada vez son menos las películas que realmente son merecedoras de verse en la gran pantalla he tomado una decisión: ir al cine lo menos posible.
Quizás esta decisión cambie cuando deje de ser estudiante y pase a ser multimillonario. Pero no nos engañemos, el cine se ha convertido en un lujo. Y no lo digo por los siete u ocho euros de entrada. Lo digo también porque ya pocos cines admiten carnet joven o universitario y menos los que hacen descuentos realmente interesantes.
Independientemente de que ya relacionemos cine con palomitas y comida, si esta es comprada en el propio sitio nos podemos dejar tranquilamente doce euros por dos o tres horas de película. No compensa.
Me da pena, una de las cosas que más me gustan del cine es comentar la película a la salida, tomar algo… no sólo lo estrictamente cinematográfico. Así que tendré que ir a ver películas que realmente me llamen la atención.
Sinceramente, si en España se gana la mitad que en Europa y el cine no cuesta la mitad… que se jodan y dejen de quejarse. A bajar los precios o a cerrar negocios.
Y conste que me duele, pero es disparatado el negocio del cine.
He leído en un reportaje que es imposible calcular el número de pergaminos que hay o que ha habido. Cosa curiosa.
Como en mi cabeza hago asociaciones extrañas me gustaría pensar que la mayoría de estos pergaminos ignorados o perdidos contienen grandes conocimientos. O incluso grandes historias del tipo Ilíada u Odisea.
Como fan de la cultura irlandesa, he decidido que me voy a poner a buscar pergaminos desde ya. Muchas de las grandes leyendas y de las grandes historias vienen de la tradición celta. Así que voy a ver por dónde puedo empezar. Seguro que algo sorprendente encuentro.
Escuché el rumor en su día de que los sobres que nos envían a casa en la carta de publicidad electoral son sólo aparentemente iguales. Es decir, son sobres blancos que cumplen la normativa pero que tienen algún tipo de doblez diferente para distinguirlos.
Bien, pues lo he comprobado: el sobre del PP y del PSOE son diferentes.
El del PSOE tiene como dos bandas blancas a los lados, fruto de la forma del sobre. El del PP no. (Está manchado pero habría que preguntar al cartero donde metió la carta, es cosa negra no tiene nada que ver) ¿Qué significa esto? Se me ocurren las siguientes opciones.
1 – No significa nada. Es fruto de la casualidad. Pese a que ambos partidos dan vergüenza y son una panda de ruines no tiene sentido preocuparse por estas cosas.
2 – Por algún motivo que no logro entender quieren que su sobre sea diferente. Esto me lleva a teorías conspiratorias que procedo a explicar:
2.A – A la hora de contar los sobres, es posible que para un recuento más rápido piensen: “los sobres de este tipo son los del PSOE/PP así que no es necesario que lo abras”. Nunca he sido vocal y me parece muy raro que pase esto. No obstante, esto es España y si nos dan la manera de contar sobrecitos más rápido…
Esto sería inquietante, pues UPyD en las anteriores elecciones repartió las papeletas por buzoneo y pidió que votasen con un sobre de los que nos enviasen los partidos mayoritarios. Así, les robarían votos.
2.B – Cuando estás introduciendo el sobre en la urna ven a quién estas votando y más o menos los de determinado partido pueden ir sabiendo cómo va a quedar el asunto.
2.C – Si tu voto es nulo es posible que acabe contabilizado como uno del de estos partidos. Es decir, haces un dibujo al final de la papeleta y ésta debería ser nula. Si el vocal de turno mirase el sobre, viese de qué partido es y mirase la papeleta por encima o sin llegar al final… ese voto pasaría a ser de uno una de las dos opciones políticas que más sobres nos envían a casa. ¿Inquietante verdad?