jueves, 23 de octubre de 2008

Descansa compañero

¡Cómo te voy a echar de menos, amigo!

Nunca olvidaré que con 14 años nos conocimos en base a un interés: la música. Creo que mis padres nunca te perdonarán que me presentases a grupos como Led Zepellin o Iron Maiden. Sin embargo yo te lo agradezco, porque sé que es algo que me acompañará toda la vida. A partir de ahí, con los años, vinieron muchos más grupos. Pero tú sembraste parte de la semilla. Yo por lo menos logré meterte en la música celta y en el heavy más bestia, pero esos últimos no son nada sin los clásicos. Me siento en deuda contigo.

El tiempo nos ha hecho vernos menos. Universidad y demás. Pero hemos mantenido el contacto y la amistad. Hace una semana hablamos de ir a ver AC/DC y Metallica juntos. Y ahora no estás.

Hay algo que me quedo de ti. Siempre que me acordaba de ti estabas sonriendo y rodeado de amigos. Lo que me indica que has aprovechado bien tu vida y has vivido bien tus días. Días que han sumado 22 años. Muy poco tiempo pero el suficiente pare recordarte siempre.

Hasta siempre, amigo. A día de  hoy dudo de la existencia de un más allá o un cielo, pero espero que lo haya para seguir pasándonos discos, hablando de música, jugando al balocesto y mejorando el mundo.

Nunca te olvidaremos Calle.