Me salté el número 28 así que lo pongo ahora.
Durante dos días hemos visitado Kalmar y Gotland. La compañía, de nuevo, han sido Dennis y Alex.
Kalmar se ve rápido, es pequeño y de interesante, desde mi punto de vista, sólo tiene la fortaleza y la catedral. Pero la fortaleza es una pasada. Es quizás más interesante verla cuando está de nieve hasta arriba y las aguas que llegan a la costa están totalmente congeladas. Responde al estilo de todas las fortalezas que he visitado hasta el momento por aquí: algo así como unas murallas con forma de estrella.
Gotland es la isla situada al este de Suecia. Es históricamente la tierra natal de los godos y tiene una gran cantidad de restos medievales y vikingos. Visby, la capital, es una ciudad medieval con una gran muralla y muchísimas rocas con runas talladas (de las cuales pudimos ver muchas fotos en otros museos). Pero lo más interesante fue nuestra excursión a Farö. Una pequeña isla patrimonio de la humanidad situada en el norte. Ahí hay un parque natural con unos restos de roca caliza con formas muy curiosas. Nos costó llegar 2 horas. Una en coche y otra andando en la nieve. No había hecho algo así nunca. La nieve llegaba hasta las rodillas como mínimo por lo que al final del día estábamos totalmente calados. Lo bueno es que de camino, como hacía tanto frío, nuestra ropa no estaba humeda... estaba totalmente congelada y por lo tanto no goteaba. El sitio, desde luego, merece la pena.
Esa noche dormimos en un hostal que es una vieja prisión rehabilitada. El dependiente, un sueco muuy majo, nos contó la historia del edificio y los alrededores.
De vuelta a casa, a la hora de coger el ferry, decidimos esconder a Alex en el maletero y bueno... nos ahorramos pagar una entrada. No estoy muy orgulloso de esto pero es que estamos hablando de 60 euros.
También destacar que en media hora que teníamos libre nos fuimos con el coche a un descampado lleno de nieve y comenzados a hacer derrapes. Muy divertido.
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