Cada uno que afronte sus problemas como le venga en gana. Eso sí, si resulta que eres una persona relativamente importante para un gran conjunto de personas, al igual debes plantearte qué opción es la más adecuada para afrontar tus problemas.
Si eres la Reina, y decides vivir en Londres… guay. Pero no nos hagas creer lo contrario. Y si eres el Rey, y resulta que tu cuerpo se ha planteado llenar la fosa de aquí a poco tiempo… pues bueno, haz lo que quieras. Pero si como jefe de estado decides no hablar del asunto y que la materia se trate como secreto a voces pues ya no mola. Y no mola nada. Pero nada de nada. Más que nada porque si un jefe de estado palma de la noche a la mañana puede resultar un poco inquietante… y eso es lo que parece que va a pasar.
¿Por qué el Rey no pudo ir a la final de España en Sudáfrica? ¿Por qué tiene la cara inflada últimamente? ¿Qué efectos tiene la cortisona en los enfermos de cáncer? Es cuestión de relacionar conceptos y escuchar lo que son secretos a voces. ¿Cáncer de pulmón? ¿Cáncer de páncreas? ¿Cáncer de vejiga? ¿Por qué nadie habla de ello en los medios oficiales? A saber.* Pero os lo digo yo, a este le queda poco.
Lo suyo sería abdicar y dejar las enormes responsabilidades a su hijo. Por estirado que sea. Ser honesto con la población y decir que en breve el país va a cambiar y que Felipe VI de Borbón será el siguiente vago real.
En fin, se abrirá el debate y los “juancarlistas” no sabrán que hacer, las lumbreras e ilustres eminencias del pensamiento actual nos recordarán que la única opción posible es la república de izquierdas olvidándose -cómo no- de que también existen repúblicas de derechas. Por otra parte los amantes de las vidas ajenas pensarán que qué sería de sus revistas sin la estirpe borbónica.
Momentos interesantes los que vamos a vivir.
*Teoría conspiratoria.
1 comentario:
Ya te digo...
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