"Soy un chapero católico que mantengo relaciones extramatrimoniales con mi novio negro y judio, que trabaja en un hospital militar realizando abortos. Así que viva Satanás y que pase una feliz tarde, señora". En original: "I'm a Catholic whore, currently enjoying congress out of wedlock with my black Jewish boyfriend who works at a military abortion clinic. So, hail Satan, and have a lovely afternoon, madam".
Director: Matthew Vaughn
Guión: Jane Goldman &
Matthew Vaughn (peli) Mark Millar y Dave Gibbons (comic).
La escena siguiente en la iglesia es oro puro. Con el temazo de los Lynyrd Skynyrd de fondo. Ojo que hay spoilers.
"Volé puentes, trenes y camiones llenos de alemanes durante la guerra. Mataron a mis hermanos y a mi papá. A mi hermana los ahorcaron. Sólo era una cría. Pagamos ese precio para que la escoria de Vichy fuera sustituida por la escoria de De Gaulle, y para que los nazis fueran sustituidos por Stalin y por América".
Buen resumen de la historia del Siglo XX en Francia y en Europa.
Sacado de Munich, de Steven Spielberg.
Guión: Tony Kushner y Eric Roth.
Y luego el mismo señor mayor resume muy bien la actitud de los jóvenes:
"En mi desesperación he engendrado hijos que visten como obreros pero que en su vida han cogido una pala. Leen tontadas y sueltan pedanterías sobre los argelinos y sin embargo no respetan nada. Ni a Argelia, ni a Francia ni a su propia sangre. Por eso me inspira confianza un hombre que dice 'tengo un padre' y que hace lo que debe por su familia".
A ABC les ha llegado una imagen bastante impactante: un libro de historia de la ESO que, cuando explica el ascenso al poder de Miguel Primo de Rivera en el año 1923, ilustra el texto con una foto de su hijo, el fundador de la Falange José Antonio Primo de Rivera.
"Sería una anécdota si los resultados de la enseñanza española no fueran catastróficos" queda escrito en el texto. La verdad es que no se puede decir que este argumento es incorrecto. El problema es que en el pie de foto ponen "José Antonio Primo de Rivera, confundido con su tío en un libro de Cuarto de la ESO".
En resumen: critican que confundan al hijo con el padre y van ellos y meten a un tío en la ecuación. Aunque también es justo decir que luego en el texto sí que dicen bien dónde está la confusión. Así que así están las cosas. El criticador criticado. Ahora sólo queda que en este texto haya también una incoherencia y entraremos en un bucle a lo Inception.
Hoy he ido a dar con una cuenta de twitter un tanto rara pero muy original: LnH AI, o bien @lnh_ai.
El resumen es, rápidamente, que a partir de un tweet con unos patrones la web te crea una canción artifial en midi por ti. Por ejemplo: @lnh_ai Dancing robots /compose /g heavy-metal /t 160 /r 0.2
Si tu cambias esos parámetros y el género -también puede ser blues o jazz- te crea algo automáticamente. Eso sí, puede ser muy raro ya que uno de los parámetros es el nivel de variedad que quieres en la canción. Del 0.1 al 1,0, de muy repetitivo a super progresivo. Veamos mis ejemplos.
Estoy sólo en una casa nueva, que es completamente blanca. Como me he mudado ahí decido hacer una fiesta de bienvenida e invito a gente para esa misma noche. Pero hay problema: mi mascota. Resulta que tengo una serpiente con púas que si la tocas te mata salvo que seas un gato, que entonces tan sólo cambias de color. Concretamente los gatos naranjas pasan a ser grises. Eso lo sé porque había un gatito que tocó una de las púas de mi extraña mascota.
Durante la fiesta mis distinguidos invitados se pelearon por un motivo muy razonable: no había pistachos.
No recuerdo mucho más pero sé que esa fiesta no acabó bien.
Noche 2.
Me encuentro de compras en Londres. O sea, de shoping, que se diría ahí. Desde la tienda en la que me encuentro puedo ver como la gente se vuelve loca y, con los ojos inyectados en sangre, comienzan a comerse unos a otros. También veo una extraña criatura voladora que aterriza cual águila sobre un humano y se lo lleva por los aires. Era como un especie de humano-demonio-alado con hambre.
Acojonado pero con la iniciativa de un hombre acostumbrado a las batallas cierro la puerta del local. Tiro de la alfombra y encuentro lo que, de alguna manera, sabía que buscaba: un pasadizo que lleva a las cloacas de la ciudad.
Mientras descendemos recibo la llamada de una amiga que conocí durante mi Erasmus en Suecia. "Joakim Brodén ha sido infectado", me dice seriamente. Maldigo para mis adentros aunque no entiendo por qué en ese momento me importa que el cantante de uno de mis grupos favoritos haya tenido ese final. Y tampoco entiendo por qué esta chica en particular conoce ese grupo de metal.
Seguimos descendiendo hasta que llegamos a una estancia oscura y húmeda, como un viejo calabozo. Creemos que estamos seguros hasta que, un poco más tarde, aparecen los infectados y se meriendan a todo el mundo menos a mí, que logro huir por un pasadizo. Veo un hueco y me escondo ahí y me encuentro a Joakim Broden.
- ¿Pero tu no estabas infectado?
- Sí. Pero he descubierto que tomar helados cura la infección.
No me considero una persona muy festiva, llena de historias aleatorias y lo que en lenguaje juvenil moderno quedaría definido como "bizarradas random". Me gusta mantener cierta tranquilidad en mi vida. Pero ayer me pasó algo curioso: mi amigo Nacho no pudo ir al concierto de Nightwish. Así que me uní a una conocida que sigo en youtube y twitter y a un grupo de desconocidos. En la cola conocí a un argentino que me compró la entrada sobrante y me regaló dinero. Luego acabé viendo el concierto con el cantante de Mägo de Öz.
Con esto he pensado en cuales sería los capítulos de mi vida más extraños y creo que los títulos que resumirían las anécdotas serían los siguientes:
1. El día que me uní a un grupo de desconocidos, vi un concierto de Nigthwish con el cantante de Mägo de Öz y un argentino me regaló 20 euros porque le caí bien. El cantante de Mägo me acabó pidiendo que le pidiese disculpas de su parte a un amigo común por una movida que tuvieron.
2. La vez que no teníamos donde dormir en Gotemburgo, Suecia, y Johny, un sueco con acento irlandés, nos acogió en su casa. Tenía ese acento porque le molaba el irlandés de Braveheart. Gran desayuno nos regaló.
3. Cuando no podía salir del salón de mi casa porque el resto de habitaciones estaban inundadas de gas lacrimógeno.
4. El viaje en un tren suizo que se retrasó tres horas porque un tío se suicidó saltando a la vía.
5. El viaje en coche en el que un amigo, conduciendo por la autopista, se vomitó encima y tuvimos que parar en el arcén para que se cambiase.
6. El músico callejero búlgaro que, teniendo poco o nada en la vida, me aseguró que rezaría para que yo encontrase trabajo. Todo eso mientras yo tocaba una especie de balalaika suya.
7. La vez que acabé tocando la guitarra con Peret y Juan Ramón Lucas durante un corte publicitario de la radio.
8. Cuando se incendió la cocina de mi casa.
9. La ocasión en la que un libanés, en un tren noruego, nos ofreció compartir licores de su tierra mientras nos contaba su participación en la Guerra Civil de su país.
10. La vez en la que una chica latina, en un tren Asturias-Madrid, me propuso insistentemente pasar un rato en el baño del vagón.
11. Cuando nos perdimos por carreteras comarcales en Bosnia y tardamos 3 horas para un recorrido de una hora. Por el camino vimos pueblos completamente arrasados por la guerra.
12. El conductor normando que, superando en mucho el límite de velocidad en carreteras comarcales, nos aseguraba que él no conducía si antes no había bebido.
13. La jefa que tuve que odiaba a los jóvenes y era experta en mobbing.
14. Mi hermano es cura.
15. La vez que de adolescentes, íbamos un grupo de tres amigos a un sitio cercano que no sabíamos dónde estaba pero creíamos que uno de nosotros sí. Cada uno, mientras andaba, creía que seguía al de al lado. Tras 2 horas dando vueltas aleatorias al mismo tiempo que hablábamos estábamos completamente perdidos y muy lejos de donde queríamos ir.
16. La vez que cogimos un autobús en dirección contraria y acabamos en un barrio gitano a las 3 de la mañana.
17. La vez que me lesioné saltando desde 14 metros de altura al agua en Croacia.
18. El profesor que me aseguró que le daba pena que no me matriculase más veces en su asignatura porque así no podía suspenderme más.
19. La vez que coincidí en un ascensor con el grupo Dover y les dije "me gustaba más lo que hacíais antes" y me respondieron "Ya. A nosotros también".
20. Cuando dije una barbaridad en Twitter y recibí cerca de 800 respuestas reprobando mi comentario.
21. Esa ocasión en la que mi padre se perdió en un pueblo de Francia y aparcó pegado a un cementerio del cual salían personas llorando. Teníamos esta canción en el coche a todo meter:
22. La vez que la marca de palomitas Popitas me retuiteó todo el proceso de comerme unas palomitas. Hice varias fotos desde que las compré hasta que las introduje en el micro. (Fotos llegando a casa, fotos abriendo el paquete...) Cuando las puse en el micro éste pegó un chispazo y el paquete de palomitas comenzó a arder. No me retuitearon más.
23. La vez que una amiga compro una revista de moda adolescente para chicas y sorteaban una camiseta de Rammstein. Envié un sms y me dijeron "Gracias por participar. Sigue siendo una chica valiente y atrevida". Me tocó la camiseta.
24. La vez que presenté al famoso y reputado periodista Iñaki Gabilando ante cientos de estudiantes en mi universidad.
25. Cuando me hice amigo de Anders, un vagabundo que vive en la estación central de Estocolmo. Las tres veces que pasé por ahí acabamos hablando.
26. Cuando fui a pasear a mi perro y cuando salgo al parque me encuentro a Pitingo dándole una paliza a un vecino mío. True story.
27. Cuando me perdí en la casa del Primer Ministro de Malta. Resulta que El Palacio del Gran Maestro es un museo que se puede visitar y, a su vez, donde vive el Jefe de Estado de Malta. Cosas de la vida que retiraron una señal de "por aquí no se puede pasar" y yo creía que la visita seguía, ni más ni menos, por los jardines del Primer Ministro de Malta. Suerte que una de las empleadas del hogar nos vio y nos sacó de ahí.
28. Ese avión que descendió varios metros provocando la histeria en los pasajeros. La señora de mi lado gritó más que Satanás en celo y, cuando todo estaba tranquilo, se disculpó diciendo que pensaba que ELLA iba a morir.
29. Cuando haciéndome el pasaporte francés la funcionaria francesa aseguró que tenía los ojos verdes y no azules. Llamó a mi madre para confirmarlo y preguntó al embajador, que justo pasaba por ahí. Todos dijimos que tengo los ojos azules. Cuando me llegó el pasaporte vi que ponía: "Color de ojos: azul - verde".
30. La vez que perdí un vuelo el 23 de diciembre para volver a casa. Cogí uno de milagro el 224 de diciembre y me perdieron la maleta. El 25 me llamaron del aeropuerto y me dijeron "Papá Nöel te va a traer un regalo" y el repartidor llegó a casa con mi maleta... y se había confundido.
31. Cuando prohibieron las hogueras de San Juan y yo fui con un amigo a ver el panorama. Estábamos sentados en un banco, lejos de las hogueras, y aparecieron los antidisturbios cargando contra todos. Nosotros nos quedamos mirando cómo unos huían y otros perseguían. Al rato se nos acercó un policía y nos dijo "¿Qué, mirando el paisaje? U os vais de aquí u os atizo". Mi colega protestó y se llevó un porrazo en el pie.
32. Cuando mis colegas y yo salimos del cine de ver una de Harry Potter. Fuimos a un parque a tomar algo. Zumos, refrescos y chuches principalmente. Apareció la policía y, creyendo que estábamos haciendo un botellón nos cachearon. Al ver que no teníamos alcohol nos preguntaron que qué hacíamos y de dónde veníamos. Se rieron tanto al saber que veníamos del cine que, mientras registraban una de nuestras carteras dijeron "seguramente aquí no encuentre ni condones".
33. La vez que, bailando en la discoteca de un ferry de Estonia a Finlandia, un francés se desnudó en mitad de la pista y se puso a defecar.
35. Me ha tocado dos veces en 4 años ser vocal en unas elecciones. La mayoría, en 40 años, no les ha tocado nunca.
36. Una de esas veces que me tocó ser vocal. Una señora mayor me intentó sobornar regalándome un rosario para que, como agradecimiento por su obsequio, a cambio votase al PP.
37. Durante 2 de la ESO y 1º de Bachiller tuve un negocio ilegal en mi colegio. Fui el primero en comprar una copiadora de cds y, gracias a un colega, tenía una lista enorme de discos y películas que vendía a profesores, monjas y alumnos de varios cursos. Sacaba muchísimo dinero al mes. Era el "top manta" oficial... Es un delito que ya ha prescrito.
38. El bajista y cantante de los Dropkick Murphys me sigue en Twitter desde hace 5 años.
39. Ya no me extraña que me paren por la calle y me digan "te pareces a Jesucristo".
40. Mi primera expulsión en el colegio. Iba a un colegio de monjas, de esas que sólo quieren educar a ricos, listos y católicos. Un día fui con una camiseta negra con un dragón y la directora me dijo "no te expulso porque eres buen estudiante, pero no vuelvas a venir con una camiseta negra con un dragón". Al día siguiente fui con una camiseta verde con un dragón. Me expulsaron un día.
41. La segunda expulsión fue en otro colegio, del mismo estilo. Llegue con pantalones cortos en mayo y, al parecer, estaba prohibido. Me paró una profesora y tuvimos la siguiente conversación:
- ¿Qué haces en pantalones cortos, vienes disfrazado de fontanero?
- Pues un fontanero gana más que un profesor.
42. Primera fiesta en la residencia Erasmus. Mucha gente, mucho ruido, muchas nacionalidades y, sobre todo, muchos desconocidos. El alcohol corre por doquier. Pinchan Queen. Comienza a sonar Bohemian Rhapsody. SUBIDÓN MÁXIMO.
Va una española y dice "¿Pero ehto quéh eh lo que eh?". Se acerca a los altavoces y corta la canción. Pone flameco. Abucheo generalizado. Un italiano sale entre la muchedumbre ebria y comienza a increpar a la española. "¿Es que has vivido en una cueva toda tu vida? ¿Cómo es que no sabes cuál es esta canción? ¿En tu ciudad hay wifi o eso todavía no ha llegado?". La española se enfada. Comienzan a discutir a gritos y llegaron a las manos. Les separo... y de ahí surgió una bonita amistad con Andrea, mi amigo italiano. Cuando vino a visitarme a Madrid, en nuestro reencuentro en la Puerta del Sol, tuve que separarle de un hombre disfrazado de Papá Pitufo con el que comenzó a discutir porque no quería abrazarle.
43. Tengo una foto con Hideaki Kobayashi, un abuelo japonés que se ha hecho famoso por ser un cosplayer que se viste de colegiala. Más información sobre él aquí:
44. Visitando Oxford decidí dar un paseo por la universidades de ahí. Estaban cerradas ya que era el día de puertas abiertas únicamente para los futuros estudiantes, para conocer los edificios y cosas así. Me preguntaron que si era un estudiante nuevo, dije que sí, y me enseñaron con "mis futuros compañeros de clase" todos los edificios. Incluyendo el famoso comedor donde se grabó Harry Potter, donde me invitaron a una supermerienda.
45. Una vez entre en un puticlub a pedir un vaso de agua. No fui consciente de ello hasta que salí.
46. Hice un perfil de Tuenti a mi perro. Lo eliminé en cuanto otros perros comenzaron a invitarme con mensajes tipo "Hola, soy un perrito de Valencia. Guau, guau! Me gustaría ser tu amigo".
47. Esta fue mi foto de DNI y Pasaporte durante 5 años. Tengo en mi haber la experiencia de haber visto como militares en Rusia, Reino Unido y Dinamarca se pasasen entre ellos mis documentos para ver las fotos y que se echasen unas risas.
48. Mi combinación de nombres y apellidos es extremadamente larga: 7 palabaras, de las cuales sólo dos son monosílabos (de). Esto me ha traído bastantes dificultades administrativas. En Alemania no me querían imprimir mi billete de avión porque no cabía mi nombre. Al final imprimieron dos pases de embarque seguidos. En el segundo iba mi segundo apellido. También, cuando me registré en Facebook me salió el siguiente mensaje: "Tu apellido es demasiado largo. Cámbialo".
49. En una ocasión un profesor del colegio me sacó de clase para decirme: "ETA ha puesto una bomba en tu portal. ¿Tenías familia en casa?". Luego resultó que los medios de comunciación se habían equivocado en el número del portal al dar la información. En realidad el atentado fue a unos 300m de mi casa.
50. Una vez entré en la sede de la Seguridad Social de mi barrio en verano. Tenían el aire acondicionado a tope y, nada más poner un pié dentro del edificio, vomité cual fuente. Nunca un problema médico me había dado la oportunidad de hacer una queja política.
51. Cuando entró el euro en vigor (y convivía con las pesetas) logré vender un billete de 5 euros a un chaval que no había tenido la oportunidad de tener euros... al precio de 1000 pesetas. Sí, vendía 5 euros al precio de 6 euros y alguien aceptó. Me sentí todo un capitalista. Es mi mejor negocio hasta la fecha.
52. Tuve meningitis con 5 años. Estuve 20 días ingresado en un hospital a puntito de irme con mis ancestros.
53. Tuve salmenelosis con 25 años. Una semana maravillosa también.
54. En Nancy, Francia, en una discoteca, un gay me propuso insistentemente cosas de mayores... al lado de mi novia.
55. En Moncloa, en la estación de autobuses, estaba yo leyendo con mi larga melena de entonces cayendo sobre el libro. Un señor mayor se me acercó y me dijo: "Hola, guapa". Cuando le miré y vio que claramente era un tío se fue disculpándose.
56. En uno de los test del colegio saqué resultados sobre adaptabilidad social, aceptación de los valores establecidos e interés por lo que piensen de mí resultados que rondaban los 10 puntos sobre 10. El análisis del psicólogo es maravilloso: me describe como un peligro en potencia. Podéis leerlo aquí.
57. En tercero de primaria, no recuerdo bien, mi colega Jorge y yo participamos en un concurso de dibujos de la Comunidad de Madrid. El tema era: ecología y medio ambiente. Algo didáctico para chavales de entonces de 9 o 10 años. Los dibujos se hacía en clase de plástica y luego se enviaban a a un tribunal que elegía los mejores de cada colegio. Juro que esto pasó: nos llevamos el premio al dibujo más original de nuestro curso. ¿Y qué era nuestra obra de arte? Vacas armadas con escopetas cazando granjeros en un bosque cuyos árboles estaban armados con hachas. NADIE SE METE CON PACHAMAMA.
58. He salido por la tele rompiendo una tele a martillazos. Me grabé para un vídeo de youtube y cogieron el vídeo.
59. Me gusta pasear a mi perro tarde. En una ocasión, a eso de las 3 AM, cuando salí a pasear a mi perro encontré a una pareja teniendo sexo en el parque de atrás de mi casa. Dixie fue hacia ellos para curiosear, ellos se fueron corriendo y él se puso a correr detrás de ellos... logré que respondiese a mis llamadas y dejase de atosigar a aquella pareja de fogosos y desvergonzados jóvenes.
60. La que entonces era ministra de sanidad, Ana Mato, llamó a mi casa y tuve una breve conversación con ella. Era por mi madre, que daba clases de francés y buscaba una profesora, pero fue raro el momento inicial de la conversación cuando me dijo quién era.
Y todo esto lo he logrado siendo abstemio (incluído durante el Erasmus) y sin tomar drogas.
Recientemente he tenido la suerte de viajar por Croacia, Bosnia y Eslovenia. Y he aprendido mucho sobre el conflicto que sacudió esos países en los noventa. Y he recordado una gran película del director bosnio Danis Tanovic, que también tiene otra película sobre un reportero de guerra interpretado por Collin Farrel (aún tengo que verla).
El caso es que En Tierra de Nadie no es una película bélica al uso. Va de las conversaciones entre bandos enemigos. Muy recomendable.
Me he acordado de una banda referente en el género del Sludge Metal que lo dejaron en el 2010. Su nombre era Isis y la verdad es que eran bastante buenos. Hoy, escuchándolos de nuevo, he visto que sus vídeos están llenos de insultos hacia ellos acusándolos de terroristas O_o (Eso y bromas del estilo)
El periodista y escritor Juan Manuel de Prada se ha inventado el nombre de una encíclica en su columna de hoy en ABC. Atribuye a al Papa Pío XI una encíclica titulada Quincuagesimo Anno cuando el nombre real es Quadragesimo Anno, en honor al 40 aniversario de la encíclica Rerum Novarum. Para dos encíclicas famosas que hay inventarse el nombre de una tiene delito, más si eres un referente cultural del pensamiento católico.
Esta encíclica, la Quadragesimo Anno que es a la que se refiere, fue publica en 1931. Si hubiese sido Quincuagesimo Anno el 50 aniversario habría sido en 1941, cuando Pío XI ya estaba muerto y el papa era Pío XII.
J.M de Prada en @abc_es cita la encíclica Quincuagesimo anno de Pío XI, que nunca existió. Es Quadragesimo anno... pic.twitter.com/sZawBjh0eH
He descargado música desde que tengo uso de razón. Y no porque odie la cultura, como tantas veces se ha dicho por ahí, sino porque la música es mi gran pasión. Así ha sido desde que tengo 9 años.
En consecuencia he acumulado casetes que dieron paso a los discos y a una enorme cantidad de gigas en mi ordenador (280gb). Pero me he estado dando cuenta que últimamente uso más spotify de lo que pensaba y para mí ya no es una anécdota. Sigo bajando todo lo que me gusta y sigo escuchando todo lo que he bajado pero ¿Tiene sentido? Puedo hacer todo eso en internet sin necesidad de descargar nada.
Esto tiene la ventaja de que por cada reproducción mando unos pocos céntimos al artista.
No obstante me gusta tener todo bajado. Bien ordenado en carpetas. Pero no puedo dejar de pensar que igual son tiempos que ya han pasado. Tengo un amigo que se baja la series. La calidad es mayor y el espacio que ocupa en el ordenador también, pero lo que quiere tener ahí. Y yo siempre pienso ¡Pero si lo puedes tener online! Estoy igual pero con algo que supone menos espacio en el disco duro.
El caso es que he decidido ver cuántas canciones tengo en el pc. Y son muchas. Y puedo decir que he escuchado todas por lo menos un par de veces. También es verdad que son más de diez años bajando música pero nunca cumplí con el tópico de bajarme una discografía y no escucharla. Para mi escuchar un nuevo disco es un ritual. Y si creo que no lo voy a volver a escuchar lo elimino de mi pc. Creo que ha pasado dos veces: Con el disco de Metallica y Lou Red y con los últimos discos que en su día me baje de Lujuria. Lamentables. Todo lo demás, por malo que sea, merece al menos no haber sido eliminado.
Y como mis momentos de relax favoritos son jugar videojuegos y ponerme toda la música que tengo en modo aleatorio (sobre todo rock y metal, pero también celta, bandas sonoras y ya cosas varias como country, electrónica, etc) redescubro grupos olvidados.
¿Pero cuánta música tengo?
32.689 canciones. O lo que es lo mismo: 96 días de música ininterrumpida en los que ninguna canción se repite.
Es mucho sí. Pero está claro que en la nube hay más.
Digo viejos sin ánimo de ser despectivo pues hablo de los viejos rockeros. Y es que se ha muerto alguien que vio a The Beatles antes de que sacasen disco, que cargó con las guitarras -y las drogas- del mítico Jimmy Hendrix, que tocó con Ramones, que trató de enseñar a tocar el bajo a Sid Vicius de los Sex Pistols y que, en paralelo a Black Sabbath, creó esta música que llamamos metal.
Lemmy Kilmister era famoso más allá del rock y el metal. Salía cada poco en todos los medios del mundo (por eso me sorprende que hubiese gente que ni le sonase). Era una institución. Un hombre atípico por haber sobrevivido a tantos otros -pese al tute que metió a su cuerpo con drogas y alcohol- y, sobre todo, por su carisma e integridad. Eligió una vida y así vivió. Y murió con las botas puestas, con sus míticas botas vaqueras puestas.
En condiciones normales pienso que alguien que ha maltratado tanto su cuerpo con drogas y alcohol no me da lástima. Pero es que no me da lástima porque no sólo supo saber elegir entre lo malo y lo peor para alargarse varios años sino que realmente no es eso lo que le ha llevado a la tumba. Como cuando DIO nos dejó por cáncer o el gran Dimebag Darrel asesinado en directo. Sabía dónde estaban los límites y no los cruzó, como tampoco vivió como una rockstar ni presumía de ser alguien único. Y eso que lo era.
Se le echará de menos. Cada entrevista suya era una fábrica de titulares, anécdotas y sabiduría sobre las cosas más elementales de la vida. Y cada directo suyo, con su banda, Motörhead, era una tormenta de trallazos de rock y metal que sonaban tan potentes como un bombardeo. Y se disfrutaban. ¡Vaya que sí! Pude verlos en el 2010 y agradezco haberlo hecho. Ahí los redescubrí y volví a ellos otra vez para escuchar más que los clásicos. Y no decepcionaban. Y esa es la magia de poder ver a los grandes.
Nos dejó el 28 de diciembre del año pasado. Han pasado ya unos días pero a mi se me hace difícil pensar en un panorama metalero en el que no esté él. Como con otros tantos. Eso es porque el tiempo pasa, nos hacemos viejos y los que crearon el metal mueren. Como todos. Habrá nuevos grupos, las cosas cambiaran, y es posible que en un par de siglos nos estudien como una anomalía musical. Pero lo que si es cierto es que la actitud salvaje siempre va a existir.
Lemmy Kilmister (1945 -1915). Como el decía: "49% Motherfucker. 51% Son of a bitch".
El año pasado hice 15 profecías para el 2015. Sólo se ha cumplido media. Así no sé si repetir porque está claro que como profeta no valgo mucho.
En cualquier caso este año ha estado bien. Ha pasado muy rápido. He progresado en algunas cosas como música, literatura y youtube, pero aún estoy muy lejos de lo que quiero tener. Por otra parte académicamente me sigo formando y creciendo pero eso no parece garantizarme ningún trabajo decente. Y bueno, en lo personal, creo que me conozco un poco más a mí mismo... y ya es.
Este año quiero que siga igual salvo por el tema laboral. Quiero seguir escribiendo, quiero seguir colaborando en Las cosas que nos hacen felices (la mejor web de cultura nerd), quiero seguir con youtube aunque no sé si tendré mucho tiempo... ya veremos. El tiempo pasa y hay que aprovechar cada segundo para hacer lo que más te gusta.