Ya soy cinturón azul de Taekwondo.
Para los que no lo sepan es el grado quinto de siete. El orden es blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón y negro. Y yo estoy más cerca de negro que de blanco (en mi código moral diría que al revés).
No suelo reflexionar mucho sobre lo que significa el Taekwondo para mi. Normalmente las artes marciales están vinculadas a una actitud y a una filosofía de vida. Hay gente a la que esto le sirve a ser mejor persona en su vida. Como si de seguir el bushido se tratase. Pero el caso es que yo no he sabido percibirlo así. Lo que sí he podido ver son dos cosas: subir de rango es una meta personal y mejorar depende sólo de uno mismo. Si uno quiere cambiar de cinturón debe hacerlo sabiendo que tiene el nivel requerido. No presentarse por presentarse. Postureo vaya. Me gustaría pensar que yo no he caído en ese engaño propio.
Cuando subí a verde pensé "nunca tendré el nivel para ser azul". Ahora, un año más tarde, pienso "nunca tendré el nivel para ser marrón". ¿Y por qué? porque creo que podría haber hecho mejor lo que ya sé. Simplemente no puse la actitud adecuada para hacerlo lo mejor posible. En algo que te metes voluntariamente si no vas a por el 10 es absurdo. Supongo que hasta que no cambie eso no podré subir de cinturón porque no estaré preparado para hacerlo. Menos mal que para eso queda mucho.
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