Bueno... La semana pasada ha sido muy completa. Normalmente hago resúmenes largos pero últimamente no sé que me pasa. Quizás me duela la cabeza, no entienda el nuevo formato Blogger o yo qué sé.
El caso:
UDO: Un tipo veterano que hace heavy metal de toda la vida. Lo que pasa es que demasiadas canciones a medio tiempo con riffs potentes pueden cansar. Y más si la mitad son de Accept, su anterior banda. Balls to the Wall o Metal Heart siempre funcionan a decir verdad pero no sé, eché de menos algo. Fue un buen concierto desde luego pero igual demasiado corto. Y mira que adoro a Blind Guardian pero este tío se supone que es mucho más próximo a los Judas Priest y más veterano... no sé por qué estaba el primero.
Blind Guardian: Son unos cracks. Tocaron poco más de una hora (y eso que eran teloneros) y fue un buen concierto. Hay dos pegas muy evidentes: empezar con una canción de nueve minutos del último disco va a hacer que muchos de los que no sigan a los alemanes muy de cerca van a estar un poco perdidos. Eso y que el bueno de Hansi tiene que bajar un tono los agudos porque su voz ya no es lo que era. Aún así se defiende bastante bien.
Por lo demás... temazos por doquier. No me cansaré de cantar ninguna de sus canciones y la verdad es que es agradable ver que tras cuatro veces que les he visto ya siempre puedo corear alguna canción que no les he visto tocar anteriormente. En este caso Turn the Page y Somewhere far Beyond.
Luego cabe destacar los clásicos como Valhalla, Bard Song, Welcome to Dying, Mirror Mirror, Nightfall... A mí como no me cansan estas canciones pues me pareció un gran concierto. Además, ellos no suelen repetir estructura en sus canciones, suelen tener canciones más rápidas, más lentas... vamos que es más variadito.
Judas Priest: Yo estaba destrozado ya pero había que ver a uno de los pioneros del heavy metal. Aunque fuese en su segunda gira de despedida. Al principio se me hicieron muy pesados y agradecí que el escenario estuviese lleno de efectos pirotécnicos y movidas que al menos te despertasen. Demasiado medio tiempos repetitivos y sobre todo demasiado "salirse un poco" después de cada canción.
Rob Harlford es un tío con mucha carisma, eso nadie lo duda, pero su voz está muy por debajo de lo que fue. Para la edad que tiene y para los desastres que hizo dos giras atrás se defiende muy bien, es más, ya me gustaría a mí tener esa voz con sesenta años. Pero no sé, algunos agudos sonaban a desgañiteo.
Pese a todo eso no quita que en cuanto caigan los clásicos la gente se vuelta loca. Éxitos de un gran grupo + un escenario flipante + harleys en el escenario + pirotecnia por doquier = combinación explosiva. Y es ahí donde uno se quita el sombrero ante los Priest. Llevan muchos años y debe ser duro para ellos repetir las mismas canciones pero como se deben al público las tocan excelentemente.
Y que no se engañe nadie, a estos tíos hay que verlos en directo. Son la representación de una era musical, han tocado delante de millones de personas y sin ellos no habría habido ni Metallica, ni Iron Maiden, ni Blind Guardian, ni nada de este maravilloso mundo del metal.
En fin, una gran noche de metal.
Por cierto ese día vi la nota de un exámen y resulta que me he quitado una asignatura. Además salía a la venta el Diablo 3 (llevaba 11 años esperando ese juego) y vi a mi grupo favorito. Fue un gran día.
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