Sueño 1:
Tenía que volver a cursar Segundo de Bachiller porque al parecer se había descubierto un error administrativo en mi curso. Así que ahí estaba de nuevo, en el colegio, con mis compañeros de clase. El caso es que mi profesor de matemáticas era Albert Rivera. Y el primer ejercicio que pone nada más entrar en clase es:
"Entro con mi coche en un parking de 30 plazas. ¿En cuál aparco? Sólo un numero es el correcto".
Claro, a mi me parecía un ejercicio bastante estúpido, y sobre todo poco matemático. Y se lo dije. Yo no fui alumno de cuestionar al profesor pero hoy, si dijese una tontería, algo injusto o pusiese un ejercicio absurdo, lo sería. Así que me quejé, cual niño repelente, y me echó de clase. Lo que más me molestó en el sueño fue las miradas complacientes de los lameculos que decían que ese ejercicio no era para tanto. Y me fui, en patinete por cierto, un arte que no domino. Al cabo de un rato me cansé y saqué de mi bolsillo unas llave maestra de coches. Abrí el primer coche que vi y me fui. Cuando llegué al barrio me di cuenta que el coche que había robado era el de la madre de una amiga.
Sueño 2:
Estaba dando un concierto de punk en una playa con mi guitarra turquesa. No tengo una guitarra turquesa pero me sentía como de Blink182. En un momento del concierto, preso de la euforia, me tiré al agua y la guitarra dejó de sonar. Pero no me importó porque entonces pude ver un perfecto anochecer al fondo. Saqué mi móvil (al parecer es waterproof y siempre lo llevo en el bañador en mis sueños) y nadé hasta conseguir una buena perspectiva.
Tiré un par de fotos pero quería algo mejor así que volví a la playa, subí un montículo de arena y entonces me encontré con Jaime, un compañero de primaria que llevaré sin saber de él como 15 años. Pero me reconoció. Me presentó a su novia y se declaró. El público del concierto, que me había seguido hasta ahí, aplaudió con emoción. Algunos lloraron y todo.
FIN.